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Los concursantes de «MasterChef 11» se enfrentaron a una dura prueba este lunes, después de la sorpresiva expulsión de Marta en el último programa. En esta ocasión, los participantes tuvieron que demostrar todo su talento a través de la prueba de los robos y una prueba de expulsión que resultó ser extremadamente difícil.
Desde temprano, las redes sociales estaban ardiendo con las apuestas y predicciones sobre quién sería el siguiente en caer. Y es que tras la expulsión de Marta, todos los concursantes estaban en alerta máxima y sabían que cualquier error podría costarles caro.
Para empezar, los concursantes afrontaron la prueba de los robos, en la que se tenían que repartir los ingredientes y los utensilios de cocina de manera estratégica para poder cocinar el plato que David Pallás había propuesto. Esta prueba resultó ser especialmente dura, ya que los concursantes debían trabajar en equipo y cooperar para conseguir su objetivo.
Sin embargo, después de una intensa batalla culinaria, los jueces decidieron que Jorge Juan había sido el peor de la prueba y debía enfrentarse a la temida prueba de eliminación. En esta prueba, los concursantes tuvieron que cocinar un plato de alta gastronomía de manera individual en un tiempo récord.
Un reto de estas características no estaba al alcance de todos los concursantes, y a pesar de que algunos de ellos lograron superar la prueba con éxito, Jorge Juan no estuvo a la altura y fue finalmente expulsado del concurso.
Sin embargo, lo que más sorprendió a los espectadores no fue precisamente la expulsión de Jorge Juan, sino lo que Luca decidió hacer antes de irse. Según informan desde «El Televisero», Luca decidió gastar una broma a los jueces y a sus compañeros de concurso tras ser eliminado. En concreto, Luca decidió colocar un montón de huevos crudos en la nevera en la que habían dejado reposar los platos de los demás concursantes.
Esta broma no sólo disgustó a los jueces, sino también a sus compañeros de concurso, que no vieron con buenos ojos que Luca intentara arruinar su trabajo a pesar de haber sido expulsado. A pesar de todo, Luca se defendió diciendo que había sido una broma de mal gusto y que no pretendía causar ningún daño a nadie.
En cualquier caso, lo que está claro es que «MasterChef 11» sigue dejando momentos de tensión, emoción y sorpresa a partes iguales, y que los espectadores no pueden esperar para ver qué nuevas sorpresas les deparará el programa en los próximos episodios.